Imagen extraída de la Red
Blanco, blanca muerte.
Ese amplio destello blanco,
Breve,
Del comienzo del amanecer.
Un sol blanco sobre el horizonte claro
Y el mar tan blanco
De olas blancas
Y senderos blancos
Como serpientes de plata iluminada.
Blanca vida,
Sin olvido ni muerte.
Blanca desdicha en el abismo inmenso
Y blanco rostro en el recuerdo.
Luto blanco de pérdida
Sin garantías de retorno,
Sin vuelta atrás...
Blanco agujero en el pecho,
Tan vacío.
Eternamente blanco.
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Mientras exista un pecho que susurre unos versos como estos no estará nunca vacío ni eternamente blanco.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz fin de semana.
Blanca luz, blanco rostro, blanco como el blanco inane de tus ojos.
ResponderEliminarQuerida amiga Encarni, tu blanco es un blanco de vida y de muerte, de resplandeciente luz y de oscuridad destellante, de placer y de olvido, de soledad, de una inmensa soledad que transforma el color en quien los posee todos: el blanco.
Te envío una sorpresa.
Un abrazo, Encarni.
Gracias por los preciosos y ricos comentarios de ambos, Rafael y Antonio. Un abrazo cariñoso, amigos míos.
ResponderEliminarSin el blanco, la gama de gises inundaría hasta las sonrisas.
ResponderEliminarUn abrazo